Nate Wright, fundadora de Small Biz Triage, consideró que el primer paso era analizar detenidamente las campañas anteriores de Moritz.
"Queremos ver estas campañas en un contexto histórico, porque con alguien que tiene la estacionalidad ligada a su negocio tan estrechamente se hace más crítico entender cómo está variando las líneas de asunto, el contenido, la longitud, etc.", dice Wright. "Sabemos que habrá más ventas estacionales. Pero, ¿vemos también buenos hábitos en el boletín?".
De hecho, vieron que Moritz iba por buen camino. Small Biz Triage adopta la filosofía de que los propietarios de empresas deben ser accesibles y receptivos, parte de lo que describen como "indiscutiblemente humanos". Y resultó que Moritz también.
"Sus suscriptores ya estaban encantados de responderle", dice Rasmussen. "Lo hacía muy bien, dando a la gente acceso directo. Pero el reto es… ¿Cómo dar sentido a los comentarios? Cuando tienes decenas de miles de suscriptores, un puñado de respuestas es una muestra de población muy pequeña en la que basar las decisiones".
Para determinar los siguientes pasos, Wright y Rasmussen querían más datos.
Asúmelo bajo tu propio riesgo
"La gente es voluble", dice Wright. "Usar la misma táctica una y otra vez nunca funciona. Pero dicho esto, tenemos ciertas normas estrictas sobre cómo hacemos lo que hacemos".
"La primera regla es que no suponemos nada sobre cómo quiere interactuar tu público con tus correos electrónicos", dice Rasmussen. "Todos los que nos contratan han hecho sus deberes. Han leído posts y artículos sobre las prácticas recomendadas y las han utilizado para desarrollar una estrategia. Y son cosas estupendas para probar, desde luego, pero luego hay que medirlas para determinar si realmente han funcionado".
En el caso de un cliente como Moritz, con una lista de suscriptores activa y comprometida, ya se disponía de muchos datos potencialmente útiles. A Rasmussen le interesaba ver qué convertía, pero también tenía curiosidad por conocer el porcentaje de clics y el comportamiento de los lectores.
"Siempre me interesa ver dónde, dentro del boletín, se producen los clics", dice Rasmussen. "Si un lector te dice que algo no le gusta, pero ese mismo contenido ha generado el 75 % de tus clics, no le hagas caso".
Rasmussen y Wright se centraron especialmente en los datos de los mapas de clics. Estos mapas muestran con precisión dónde, dentro de un boletín, un suscriptor elige hacer clic, ya sea en una imagen, un botón o un enlace incrustado en el texto.
"Lo mejor de tener un mapa de clics es que podemos mostrárselo a Jane y decirle: oye, esto es con lo que la gente está interactuando", dice Wright. "No es algo que se pueda integrar en una hoja de cálculo, pero cuando se profundiza en el comportamiento, se pueden empezar a hacer pruebas para encontrar el diseño ideal para el boletín, o la combinación adecuada de texto, botones e imágenes".
Algunos de los datos que Small Biz Triage ha obtenido de los mapas de clics han sido reveladores.
"Ya no utilizamos iconos de redes sociales; sabemos que la gente no hace clic en ellos", dice Wright. "Muchos clientes insisten en ello, pero tenemos los datos que lo respaldan. Con Challah Connection, la única red social que utilizamos es el icono de compartir y deliberamos mucho a la hora de colocarlo debajo del desplegable".