El auge y la evolución de los móviles han afectado a casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Ahora usamos los móviles no solo para hacer llamadas, sino también para hacer fotos, enviar mensajes a los amigos, acceder a Internet y seguir la vida de nuestros conocidos e incluso de completos desconocidos desde casi cualquier lugar del mundo.
Los móviles están en todas partes. Como empresario, tu estrategia de marketing tiene que adaptarse al uso de los teléfonos. Seamos realistas... si alguien está viendo tu contenido en Internet, probablemente sea en su teléfono inteligente. Debido a que los teléfonos móviles son una parte tan común y crítica de nuestras vidas, a veces el mundo tiene que cambiar para facilitar su uso. El código QR es un ejemplo perfecto.
Aunque nunca hayas utilizado un código QR, probablemente hayas visto alguno. Son pequeños cuadrados con un patrón de bloques y líneas. Si acercas la cámara de tu móvil al cuadrado, te lleva a una página concreta de Internet. Se suelen utilizar en folletos, carteles, prospectos, cupones, publicaciones en redes sociales, correos electrónicos y mucho más. En pocas palabras, hoy en día los códigos QR están por todas partes. El uso de códigos QR se ha generalizado en los últimos años, especialmente durante la pandemia de COVID, cuando la gente evitaba activamente el contacto físico con materiales impresos como los menús.
Los códigos QR no solo son prácticos. También son herramientas de marketing increíblemente potentes que pueden utilizarse en folletos, correos electrónicos, publicaciones en redes sociales y mucho más para generar tráfico y convertir a los visitantes en compradores. A continuación encontrarás una completa guía sobre los códigos QR en la que explicamos cómo puedes integrarlos en tu estrategia de marketing.
¿Qué es un código QR?
Un código QR es un conjunto de cuadrados en blanco y negro que contienen códigos de datos. Las siglas QR significan "quick read" (lectura rápida).
Aunque los códigos QR son habituales en los últimos años, en realidad fueron inventados allá por 1994 por una filial de Toyota llamada Denso Wave. Denso Wave necesitaba una forma eficaz de hacer un seguimiento de las piezas de los coches, así que inventó el código QR junto con escáneres diseñados para leer los códigos. Colocaron pegatinas con los códigos en cada pieza. Con un rápido escaneado, podían registrar una pieza en el inventario y seguirla a lo largo de la cadena de suministro.
Tras su creación, su uso se generalizó en los sectores de la fabricación y la cadena de suministro. Sin embargo, pasaría algún tiempo antes de que el gran público los conociera.
A principios de los 2000, Denso puso la tecnología de códigos QR a disposición del público para que cualquiera pudiera utilizarla sin infringir su patente. Por aquel entonces, la tecnología de escaneado QR empezó a estar disponible en algunos teléfonos móviles en Japón. Sin embargo, pasaron casi 20 años antes de que la tecnología se generalizara.
El sector inmobiliario fue uno de los primeros en adoptar los códigos QR. Los agentes ponían códigos QR en los carteles de "Se vende" y en los folletos. Los compradores potenciales podían escanear el código QR y ver las especificaciones, imágenes y planos de una propiedad.
Hizo falta un acontecimiento mundial para que los códigos fueran más útiles que nunca. La pandemia de COVID limitó la eficacia y seguridad de los materiales físicos. Empresas como restaurantes, hoteles y otros establecimientos necesitaban una forma de comunicar información sin necesidad de utilizar materiales impresos. Los códigos QR fueron la solución.
En pocos años, los códigos QR se han convertido en una parte común de la vida cotidiana. De hecho, solo en 2021, 76 millones de estadounidenses utilizaron su teléfono para escanear un código QR en algún momento.