Ir al contenido principal

Qué significa la sostenibilidad para Emer Gillespie, fundadora de Spark & Bell

El enfoque holístico de Emer con respecto a la iluminación hecha a mano y a medida prioriza lo que es mejor para el medio ambiente, sus clientes y su comunidad.

Cuando Emer Gillespie compró su primera casa, tenía claro el concepto de cómo sería. Como se había formado en diseño textil, iluminación de fibra óptica y fotografía, había desarrollado una pasión por la estética que quería representar en su nuevo espacio.

Por aquel entonces, daba clases de fotografía en universidades locales de Brighton (Reino Unido), y el tipo de iluminación personalizada que quería comprar para su casa se salía de su presupuesto, pero las alternativas más asequibles no se ajustaban a su gusto. Así que compró las piezas ella misma y construyó una lámpara para la habitación de su hija. Su idea había despegado. Se lanzó a aprender cómo hacer más, creó otras lámparas personalizadas para su casa, para sus amigos y familiares, y finalmente para una tienda de Etsy.

Lo que empezó como un proyecto en la mesa de su cocina hace 7 años se ha convertido en Spark & Bell donde, junto a su equipo de 6 personas, crea luces personalizadas y hechas a mano a un precio asequible, utilizando materiales sostenibles.

Para Emer, la sostenibilidad no es solo un eslogan: es el pilar en el que basa todas sus decisiones. Habló con Mailchimp sobre su enfoque integral para crear productos de forma reflexiva, colaborando localmente y minimizando los residuos.

Al principio, creaste productos a partir de conversaciones con tus amigos y familiares, así como con tu comunidad creativa en Brighton. ¿Cómo han influido sus opiniones en Spark & Bell?

Quiero estar satisfecha de que cada lámpara de mi sitio web podría estar en mi casa. Los comentarios de amigos y familiares son fundamentales. Llené de luces la casa de mi madre y la de mi hermana. Son una dinámica y una conversación maravillosas. Realmente intento no seguir las modas, porque creo que eso crea más residuos a largo plazo. Y creo que, en interiores, es mejor que algo como la iluminación no sea completamente neutro, sino que solo complemente y añada un punto de interés, sin dominar demasiado. Realmente, las conversaciones entre los clientes, mi propia estética de diseño y lo que yo quería en mi casa alimentaron y crearon la estética de Spark & Bell.

¿Quiénes son tus clientes?

Mi público parece ser la gente que quiere un poco más de personalización para las piezas que se lleva a su casa. Pueden, por ejemplo, tener un rincón un poco complicado para el que no sirve un producto normal del mercado. Creo que mi público está formado por personas que cuidan su casa y quieren tener piezas útiles hechas con material sostenible. Así es como siempre he intentado dirigir el diseño de las luces: hacerlas lo más personalizadas y adaptables posible para la gente.

Mi objetivo no es conquistar el mundo; solo quiero hacer lámparas en pequeños lotes y bien hechas. Como empresa, se tienes un gran poder adquisitivo, y es importante dónde se pone el dinero.

¿Qué tipo de prioridad tiene la sostenibilidad, y cómo se manifiesta para ti personalmente y en tu negocio?

Es obvio que estoy un poco obsesionada con el reciclaje. Esencialmente, todo lo que entra en el taller —cualquier embalaje, cualquier caja—, si es de doble capa y lo suficientemente resistente, vuelve a salir para los clientes. Creo que ese es el público que tengo: son los clientes que lo agradecen. Puede que a veces no sea lo más bonito, pero esta obsesión por la perfección puede suponer un mayor desperdicio. Soy muy reticente a crear o fabricar excesivamente envases adicionales. Sé que la experiencia es importante pero, para mí, aprecio más si llega algo y puedo dejar todo en el reciclaje.

Otro de mis objetivos de los dos últimos años ha sido trabajar más con fabricantes locales. La pandemia nos demostró que depender de cosas que vienen de lugares más lejanos supuso ciertos problemas logísticos. Me interesa invertir en artistas y creadores locales. Si puedo encargarles que hagan una pieza y luego promocionarlos como fabricantes, creo que eso vale oro. Mi objetivo no es conquistar el mundo; solo quiero hacer lámparas en pequeños lotes y bien hechas. Como empresa, se tienes un gran poder adquisitivo, y es importante dónde se pone el dinero.

Hace poco has empezado a ofrecer una lámpara de "mármol" que en realidad es de plástico reciclado. ¿Puedes contarnos cómo pasaste de la idea al producto real?

Recogí plásticos blandos, pensando: "¿Qué podemos hacer con ellos?". Estuvimos jugando con la idea de fundirlos y crear un acabado que nos encantara, algo bastante complicado. Luego contratamos a un becario local de la Universidad de Brighton, especializado en el reciclaje de plásticos, y creó estas preciosas piezas.

Dediqué mucho tiempo y energía a reunir plásticos de las comunidades locales y a organizarlos. No todos los plásticos se pueden reciclar juntos; es bastante complicado. Hemos dedicado 6 meses jugando con esto. La idea era intentar hacer una superficie que se pareciera al mármol y fuera bonita al tacto, y que no pareciera de plástico. Ahora hemos empezado a recoger también los plásticos de las empresas locales. Lo guardamos todo y reciclamos todo lo que podemos en nuestro taller, y buscamos, con los materiales que hemos creado, crear nuevas lámparas colgantes en el futuro.

Pones mucho esfuerzo en estos valores: en reciclar, trabajar colaborativamente y a nivel local, y en reutilizar productos. ¿Cómo comunicas ese valor a tus clientes?

Creo que a veces es difícil transmitir lo ecológicos que somos. Hay un término que se ha extendido hoy en día en las empresas, y tiene que ser cuantificable. He iniciado mi camino hacia la certificación B Corp, y también he empezado a investigar sobre la certificación de neutralidad de carbono. Creo que es necesario. Siempre ha formado parte de mi propia ética, y creo que últimamente está en el punto de mira de muchas empresas: ¿Cómo se diferencian los valores sostenibles que están realmente arraigados en la cultura y la ética de la empresa o los que son un greenwashing (una falsa imagen de responsabilidad ecológica)? Como consumidor, ¿cómo sabes a dónde va tu dinero? Si eres consciente de invertir tu dinero en empresas centradas en la ecología, tiene que haber algún tipo de cuantificación al respecto.

En cuanto a mi público inmediato, intento compartir mucho con los creadores locales. Les mostré un pequeño recorrido por Brighton, yendo de un lado a otro y recogiendo cosas de mi carpintero y de mi ceramista, cosas así. Así les enseño que realmente lo hago todo de forma local.

Has hablado del cuidado que pones en tus materiales, pero también priorizas la asequibilidad de tus productos. ¿Por qué es esto importante para ti?

Cuando creé Spark & Bell, acabábamos de comprar nuestra primera casa, y cualquier cosa bonita y personalizable estaba fuera de nuestro alcance. Por eso acabé comprando todas las piezas yo misma: lo hice para ahorrar. Me gustaba la idea de ser accesible.

No hacemos venta al por mayor. Estoy tratando de no cambiar eso. Si fijas el precio para la venta al por mayor, básicamente estás duplicando tus costes o tu nivel de precios. Lo que perdería si hiciera ventas al por mayor es esa personalización. Para mí, esto es lo que funciona. Para muchas empresas, probablemente suene absolutamente descabellado, pero si estoy vendiendo directamente al cliente, tengo la conversación, los detalles personalizados, puedo hacerlo fácil. No tengo nada en los estantes. Eso significa que no creas residuos, no creas todo un almacén de luces que han pasado de moda ni nada por el estilo.

Si creas algo que te apasiona, lo vas a disfrutar y vas a querer hacerlo funcionar. La gente sentirá que tu negocio se hace con amor.

¿Cuál es el mejor consejo empresarial que has recibido?

No trabajes de noche. En serio. No contestes a los mensajes por la noche.

Una empresaria a la que respeto mucho se dio cuenta de que yo siempre estaba agotada y me dijo: "Deja de trabajar por la noche". Dice que a veces parece poco profesional cuando se contesta directamente. Ahora, todos esos mensajes y los leo por la mañana y contesto rápidamente. La razón por la que empecé fue para poder pasar más tiempo con mis niños. Eso significa conseguir un equilibrio entre mi trabajo y mi vida privada y saber cuándo delegar.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere montar un negocio?

Que hable con otras empresas. Como pequeña empresa, puedes quedarte sentado en un rincón reinventando la rueda. Eso puede ser una enorme pérdida de tiempo, puede ser desalentador, mientras que la clave es hablar realmente con otros propietarios de negocios y rescatar algunos consejos encantadores de ellos.

Y haz lo que te gusta; creo que esa es la clave. Si empiezas con la mentalidad de solo ganar dinero, creo que eso puede generar un negocio que no se va a mantener ni a durar mientras que, si creas algo que te apasiona, lo vas a disfrutar y vas a querer que funcione. La gente sentirá que tu negocio se hace con amor.

Publicado: 25 de abril de 2022

Comparte este artículo