Estrategias para mantener la calma bajo presión en el trabajo.
Como mencionamos, entrenar tu mente para mantener la calma puede ser un desafío, pero la recompensa vale la pena el esfuerzo. Aquí tienes algunos consejos comprobados para reducir el estrés en el trabajo.
Practica la respiración profunda
Cuando la carga de trabajo es demasiado abrumadora, es fácil distraerse con otras tareas o plazos futuros. La respiración profunda te ayuda a concentrarte en el momento presente y en la tarea que tienes entre manos.
En algunos casos, puedes querer usar herramientas externas para ayudarte con tus ejercicios de respiración. Por ejemplo, un temporizador puede ayudarte a saber cuánto tiempo inhalar y exhalar.
Tómate descansos
Tomar descansos es fundamental para evitar el agotamiento y el estrés en el trabajo. Aunque no deberías estar de descanso más tiempo del que trabajas, no hay nada de malo en tomar pequeños descansos entre tareas.
El cerebro solo puede manejar cierta cantidad de estimulación a la vez, así que es importante que tomes descansos mentales, como:
Contar hasta 100
Escuchar sonidos relajantes o música en un espacio tranquilo
Jugar un juego rápido durante un par de minutos
No hacer nada durante un periodo determinado (es decir, dos minutos)
Respirar profundamente y tomar aire fresco
Al programar estos descansos en tu día, puedes volver a enfocar tu energía y mantener la calma, incluso cuando la carga de trabajo se vuelve intensa.
Ten en cuenta tus prioridades
No importa lo que pase, algunas tareas siempre tendrán prioridad sobre otras. Al priorizar tu lista de tareas, puedes asegurarte de que estás enfocando tu tiempo y energía en lo que más importa en este momento.
Además, a la hora de controlar el estrés y tomarte descansos, ten en cuenta tus prioridades personales. Por ejemplo, ¿quieres sentirte más descansado o relajado, o quieres pasar de una tarea a la siguiente de mejor manera? Conocer estas prioridades puede ayudarte a entrenar tu cerebro para ello.
Mantén una actitud positiva
En los lugares de trabajo, conviven todos los tipos de personalidad y, por lo general, quienes tienen una actitud positiva se destacan por sobre quienes tienen una actitud negativa. Los sentimientos positivos pueden ayudarte a sentirte renovado y lleno de energía, no agotado ni desanimado.
Una manera simple de replantear tu carga de trabajo es enfocarte en las tareas que has completado, no en las que aún no has comenzado. Cuando te concentras en tu productividad durante el día, es más fácil sentir que has logrado algo en lugar de ver lo que aún queda en tu lista.
Busca apoyo
Nadie puede encargarse de todo solo, y no hay nada malo en pedir ayuda. Los colegas, gerentes y supervisores están ahí para ayudarte a tener éxito, así que todo lo que tienes que hacer es pedirlo.
Dicho esto, asegúrate de tener preguntas específicas o terminar tareas en lugar de simplemente pedir "ayuda". Cuando eres claro en relación a lo que necesitas, es más fácil para los demás intervenir y ayudarte.
Concéntrate en el momento presente
Como mencionamos, mantener la calma significa mantenerte enfocado en el presente y no en el futuro. En algunos casos, escuchar música productiva puede ayudarte a mantenerte enfocado.
En otras ocasiones, quizás solo necesites entrenar tu mente para ignorar las demás tareas de tu lista de pendientes hasta que completes una.
Gestiona tu carga de trabajo
Afortunadamente, estamos viviendo en la era de la tecnología, y hay más herramientas disponibles que nunca.
Por ejemplo, las herramientas de automatización de marketing pueden ayudarte a ahorrar mucho tiempo y energía completando tareas similares. Al utilizar estas herramientas y actuar de forma estratégica, puedes mejorar la productividad sin sentirte agotado ni abrumado.
Cómo prevenir el estrés en el lugar de trabajo
Aunque manejar el estrés y mantener la calma son habilidades valiosas que debes dominar, también es importante que te enfoques en prevenir el estrés en el entorno laboral.
A continuación, te presentamos algunos métodos excelentes para que el trabajo sea mucho menos abrumador.
- Usa herramientas de alta productividad: como mencionamos, la automatización puede contribuir en gran medida a aliviar el estrés sin sacrificar la productividad. El truco está en saber cuándo automatizar y cuándo realizar una tarea tú mismo.
- Mantén una comunicación abierta : cuando todos están en su propia burbuja, es fácil que la presión aumente demasiado. La comunicación abierta y la colaboración te permiten relajarte un poco y hablar de los problemas con los demás. Cuando todos se dirigen hacia el mismo objetivo, es mucho más fácil mantener la calma y enfocarse en la tarea en cuestión.
- Reajusta las cargas de trabajo según las necesidades y capacidades: algunas personas son muy buenas para completar ciertas tareas, mientras que otras pueden tener dificultades para realizarlas. Es imperativo que los gestores y los supervisores conozcan las fortalezas y debilidades de todos y reasignen las tareas en consecuencia. En general, un lugar de trabajo no tiene que ser un lugar de auténtica "igualdad". En lugar de eso, es mejor enfocarse en los objetivos y metas, y aprovechar a los empleados de la mejor manera para alcanzar esas metas.