Un subtítulo es un minitítulo o texto que se encuentra debajo del título principal para proporcionar más información o apoyo para el título. Los títulos se utilizan para entretener, sorprender o enganchar a los lectores y hacer que quieran saber más, pero el subtítulo guía al lector para que siga leyendo o analizando la información.
Asimismo, los subtítulos están diseñados para mantener la atención. Pueden contar los beneficios que alguien obtendrá del producto o servicio concreto, y también explicar el titular con más detalle. Sobre todo, los subtítulos animarán a los lectores a actuar.
Un buen subtítulo muestra personalidad y suscita interés. Deben ser útiles y únicos. Los subtítulos cortos son los mejores. El primero debe ser el más atractivo. Los subtítulos deben utilizarse a lo largo de todo el contenido para que este sea escaneable y legible. También deben hacer que todo marche de manera paralela. La longitud también debe ser similar. La práctica recomendada para lograr la eficacia es mantenerlos en 70 caracteres o menos dentro del contenido. Además, el subtítulo debe seguir avanzando.
Por regla general, cuando utilices subtítulos, emplea la persuasión justa para mantener el interés del lector y, al mismo tiempo, explícale lo suficiente. Los subtítulos que aparecen directamente debajo del título deben tener entre 10 y 30 palabras como máximo. La mayoría de los subtítulos tienen el doble de longitud que el titular principal.