Los libros blancos persiguen dos objetivos principales:
- Informar al lector sobre un tema, posicionando al editor del libro como una autoridad en este.
- Persuadir a los clientes para que compren el producto o servicio anunciado.
Los libros blancos suelen tener al menos 2500 palabras y estar redactados con un estilo académico. Son educativos y útiles, y no deberían estar planteados como un discurso de ventas. El libro blanco está pensado para usarlo antes de la venta y solo debería presentar hechos, no opiniones.
Un libro blanco no es como un discurso de ventas, que también se usa para convencer a los clientes de que compren un producto o servicio determinado. La diferencia reside en el estilo de redacción: el libro blanco es informativo y el discurso de ventas suele tener un tono más agresivo y artificial.
Partes clave de un libro blanco
La redacción de un libro blanco efectivo solo requiere que se respete un sencillo formato. El contenido será diferente en cada caso, pero todos los libros blancos deben incluir estas cuatro partes clave:
1. Introducción: sea cual sea el servicio o producto que estás promocionando, tu libro blanco debe empezar con una introducción La introducción tiene que atraer al lector al instante e incitarlo a seguir leyendo. Debes abordar inmediatamente el problema que tu producto o servicio resolverá y explicar cómo lo hará.
2. Problema: una vez que hayas mencionado el problema que tu producto o servicio solucionará, tienes que demostrar que realmente entiendes el problema y su impacto en la vida del lector. Es importante que presentes tanto las consecuencias de no abordar este problema como los beneficios potenciales de solucionarlo. Esta sección debe ser lo más cercana posible para el lector.
3. Solución: ya has identificado el problema y explicado al lector por qué debería abordarlo, así que ahora tienes que detallar por qué tu producto o servicio será la solución a ese problema. Si has escrito correctamente las dos primeras secciones, el lector debería estar impaciente por conocer esta solución. Procura que el texto sobre la solución sea lo más descriptivo posible, a fin de convencer al lector de que es la mejor opción. Recuerda, no obstante, que no debe sonar como un discurso de ventas.
4. Conclusión: esta parte del libro blanco es como un resumen del problema y la solución. Repite cuál es el problema y cómo tu producto o servicio lo soluciona. La conclusión debe ser persuasiva y motivar al lector para que proceda con los pasos para comprar el producto o servicio. También deberías añadir una llamada a la acción en tu conclusión, de manera que el lector sepa qué debe hacer si quiere saber más sobre tu empresa.