La misión de Elkfox para sus clientes es "hacer cosas que tengan buen aspecto, den una buena sensación y funcionen como deben". Así lo consiguen con Mailchimp y Shopify.
Aunque su nombre podría sugerir el resultado de un experimento realizado por un Dr. Frankenstein obsesionado con los animales, Elkfox es el apodo ideal para esta empresa de comercio digital con sede en Melbourne, Australia.
Por un lado, tiene la resistencia de un alce; por el otro, la astucia de un zorro. Esas cualidades duales han ayudado a Elkfox a evolucionar desde una firma digital incipiente hasta convertirse en expertos en E-Commerce muy centrados en clientes globales.
Una buena parte de la responsabilidad de la evolución de Elkfox pertenece a su fundador y copropietario, Cam Gould. Incluso se podían rastrear las raíces de la empresa hasta su infancia a finales de la década de 1980, cuando tenía el inusual privilegio de jugar con la tecnología informática emergente antes de que estuviera disponible para el público.
El padre de Cam trabajó en tecnología y a menudo probaba los dispositivos informáticos por su valor educativo. En un momento en el que el acceso de otros niños a la tecnología se limitaba a las primeras plataformas de juegos, Cam estaba inmerso en sistemas informáticos primitivos y, a veces, bastante novedosos.
"De hecho, tuvimos uno de los primeros ordenadores ‘portátiles’", recuerda. "Era una especie de maleta gigante y era bastante extraña. Tenía un teclado de tamaño completo y un monitor CRT monocromático en naranja y negro. De niño, ni siquiera podía transportarlo. Finalmente, se vendió a un museo privado de coleccionistas".
El inusual trabajo de su padre le dio a Cam la oportunidad de cultivar un creciente interés en la tecnología digital. Se interesó especialmente por cómo los ordenadores combinaban la comunicación audiovisual en una experiencia perfecta. "Realmente no veía ninguna escisión entre las formas de comunicación visual y de audio; ninguna escisión entre la artesanía, el diseño y el arte".
Finalmente, Cam se encontró cada vez más atraído por las artes visuales. Estudió fotografía en la universidad, comenzó a producir cortometrajes y comenzó a experimentar con el diseño web en los primeros días de Internet. "Es bastante posible que estuviera haciendo algunas de las primeras páginas web de diseño moderno", dice.
Después de la universidad, los muchos intereses de Cam —tecnología, fotografía, diseño visual, programación— le llevaron por una trayectoria profesional laberíntica. Trabajó en publicidad, como fotógrafo profesional y como desarrollador web. Pero no importa lo que estuviera haciendo, siempre estaba buscando formas de combinar múltiples herramientas o disciplinas para crear algo más que la suma de sus partes.
"Siempre he estado interesado en reunir múltiples disciplinas para un único propósito, ya sea una película o una página web. Para mí, eso es lo mismo que haces cuando trabajas para ayudar a la gente a conectar con sus clientes en línea, por eso me encanta el mundo del E-Commerce".
No es inusual que las agencias iniciales dediquen algún tiempo a encontrar su nicho. Antes de descubrir su predilección por el comercio digital, Elkfox era una empresa digital de servicios generales que operaba bajo el nombre de Business Image. "Nunca encajó perfectamente", dice Cam sobre el nombre antiguo. "Era demasiado corporativo, obsoleto y aburrido".
Cuando quedó claro que el comercio digital era el pan de cada día de la empresa, todo empezó a encajar, incluido el nuevo nombre. "Al principio, el nombre era Elk & Fox. En un período de tiempo muy corto, eso evolucionó en una sola palabra".
Elkfox se hizo un nombre rápidamente como empresa que conocía su camino en las plataformas de marketing y comercio digital. En sus inicios, la empresa había utilizado software de código abierto para crear su propio CMS patentado para los clientes. "En ese momento, era inusual que un CMS tuviera una interfaz limpia y lógica centrada en hacer que la experiencia del usuario fuera positiva", dice.
Pero a medida que surgían plataformas basadas en la nube mejores e más inteligentes, Cam y su equipo comenzaron a explorarlas. Pronto se enamoraron de dos que, para sus propósitos, parecían una coincidencia celestial: Shopify y Mailchimp.
"Mailchimp todavía no era muy grande en ese momento, pero sentimos que realmente estaban haciendo las cosas de la manera correcta", dice. "Shopify también estaba en las primeras etapas, pero tenían exactamente el enfoque adecuado".
Mientras Elkfox buscaba definir su papel en el mercado como expertos en E-Commerce, vieron una oportunidad para simplificar y mejorar sus procesos.
"Shopify estaba haciendo lo que estábamos intentando hacer y lo habían hecho mucho mejor que nunca", dice Cam. "Así que sentimos que era hora de emprender y trabajar en nuestra propia propiedad y hacerlo desde estas plataformas basadas en la nube. Fue una de las mejores decisiones que hemos tomado".
"Realmente nos gusta trabajar para empresas que están en un punto en el que están preparadas para tomarse las cosas en serio y, sin embargo, son extremadamente positivas y dinámicas en su planteamiento."
Al enganchar su vagón a Mailchimp y Shopify, Elkfox no solo obtuvo dos nuevas y potentes herramientas, sino que también liberó tiempo para centrarse en proporcionar a sus clientes orientación estratégica y un excelente servicio al cliente. Lo más importante es que Mailchimp y Shopify proporcionaron un marco para que la empresa lograra su misión para sus clientes: "hacer cosas que se vean bien, se sientan bien y funcionen como deberían".
Aunque Elkfox trabaja con empresas emergentes y heredadas, ha descubierto que prefiere asociarse con empresas establecidas que aún no han llegado al punto en el que su enfoque para hacer negocios se haya vuelto monótono.
"Algunas empresas parecen perder esa pasión y fuerza", dice Cam. "Realmente nos gusta trabajar para empresas que están en un punto en el que están preparadas para tomarse las cosas en serio y, sin embargo, son extremadamente positivas y dinámicas en su planteamiento".
Los clientes potenciales también deben tener una idea clara de quiénes son y qué quieren lograr, dice. "Deben tener un nivel de madurez. Tienen que haber aprendido en qué necesitan centrarse y estar preparados para esforzarse por llevar su negocio al siguiente nivel".
En lo que respecta al sector o el tamaño, Elkfox no es quisquilloso: podría ser B2B, B2C, familiar o una empresa importante. "Realmente no importa. Se trata de tener esa pasión y que no falte amor por lo que hacen".
Quizás eso ha sido más clave que nada para el éxito de Elkfox hasta ahora, encontrando clientes que comparten su pasión. No es suficiente con que Cam y su equipo ayuden al Cliente X a ganar dinero. Quieren construir relaciones significativas y divertirse haciéndolo. Para que eso suceda, el cliente también debe estar dispuesto a divertirse. "No podemos disfrutarlo si no lo están disfrutando".
Algunos especialistas en marketing ven a los clientes como vacas de efectivo. Pero cuando sus clientes son empresas de E-Commerce, vale la pena considerar un enfoque diferente: la educación y el empoderamiento. Este es el motivo, según Cam Gould de Elkfox.
Libertad. Lo último que necesita una empresa de E-Commerce es otro gasto comercial continuo. Si realmente quieres ayudarles, los preparas para el éxito y los empoderas para tomar el control. "Si hacemos las cosas correctamente", dice, "no deberían depender de nosotros".
Innovación. Cuando capacitas a los clientes, dejas a tu propio equipo más tiempo para aprender nuevas herramientas y buscar oportunidades con futuros clientes. "Cuando los clientes no dependen tanto de nosotros, nos volvemos más fuertes", dice.
Confianza. Los clientes quieren sentir cada vez más que pueden confiar en los proveedores para obtener asesoramiento, asistencia e incluso amistad. "Cuando se trabaja con personas, tienes que ser genuino y real", dice. "Tienes que preocuparte por para quién trabajas".
Ilustraciones de Dana Kalnick, diseñadora e ilustradora con sede en Portland, Oregón.