El liderazgo ágil puede eliminar obstáculos para ayudar a los empleados a ser más eficientes, lo que significa que pueden lograr más. Al promover el cambio e impulsar la productividad, los equipos ágiles pueden acelerar sus proyectos y trabajar sin comprometer la calidad. ¿Cómo funciona el liderazgo ágil? Estos son los principios principales:
Adaptabilidad
Los líderes ágiles están abiertos al cambio y pueden ajustar rápidamente sus estrategias para cumplir con las condiciones y desafíos cambiantes en el negocio. Son capaces de llevar a cabo una planificación regular para dar a los empleados tareas que se pueden completar dentro de un plazo determinado, ayudándoles a establecer expectativas realistas.
Empoderamiento
El liderazgo ágil se centra en empoderar a los empleados y equipos con la autonomía que necesitan para resolver problemas, crear soluciones innovadoras y aprender de sus errores. Los líderes ágiles no microgestionan. Establecen objetivos y plazos, y distribuyen tareas. Si sus empleados necesitan ayuda, los ayudan. Sin embargo, no piden actualizaciones constantemente porque han realizado sesiones de planificación regulares.
En su lugar, saben cómo interactuar con diferentes tipos de personalidad para capacitar a sus equipos y darles las herramientas, los recursos y el tiempo que necesitan para completar los proyectos.
Colaboración
Los líderes ágiles animan a los miembros del equipo a compartir sus pensamientos e ideas, promoviendo la toma de decisiones colectiva. Durante las reuniones regulares, los empleados pueden compartir en qué han trabajado el día anterior, qué necesitan lograr y con qué podrían necesitar ayuda.
Estas reuniones permiten a los equipos colaborar y ayudarse mutuamente sin discusiones improductivas que puedan ocurrir en un entorno empresarial. En su lugar, las empresas ágiles reciben comentarios continuos de otros, incluidos empleados y colegas, para ayudarles a mejorar las operaciones.
Aprendizaje continuo
Los líderes ágiles ven los fracasos como oportunidades para aprender y mejorar. Si no se cumple una fecha límite, revisan por qué y encuentran un nuevo plan sobre cómo pueden garantizar que sus equipos cumplan con las fechas límite mientras entregan un trabajo de calidad. No culpan a los empleados. En su lugar, revisan el proyecto, las tareas implicadas y los plazos, y determinan si las expectativas son realistas, evolucionando sus estrategias para satisfacer las necesidades del negocio y sus empleados.
Liderazgo de servicio
El estilo de liderazgo de servicio se centra en cómo los líderes pueden ayudar a los empleados en lugar de centrarse en su propio beneficio personal. Los líderes ágiles son líderes de servicio porque apoyan a sus equipos a lograr sus objetivos en lugar de dirigir o controlar su trabajo.
Muchos líderes ágiles también adoptan el estilo de liderazgo democrático en el que los líderes sénior aún toman las decisiones, pero todos los empleados contribuyen a la planificación. Por ejemplo, si preguntan a sus empleados si es realista terminar un proyecto para un día determinado y el equipo ágil dice que no, un líder ágil confía en su decisión en lugar de oponerse.
Enfoque en el cliente
Una transformación ágil en tu negocio puede permitirte construir mejores relaciones con los clientes ayudándote a responder rápidamente a los comentarios y realizar cambios basados en sus deseos o necesidades.
La agilidad empresarial, la capacidad de prosperar en un mercado que cambia rápidamente, requiere que satisfaga a los clientes e identifique nuevas oportunidades. Los líderes ágiles animan a los equipos a ofrecer soluciones de alta calidad centradas en el cliente que les ayuden a destacar.
Resiliencia
Los líderes ágiles son resilientes y pueden mantener la compostura para mantener a sus equipos enfocados en los momentos difíciles. Reconocen la importancia del equilibrio en el lugar de trabajo, sin sobrecargar nunca a sus equipos con demasiado trabajo que no se puede completar de forma realista.
Tener una visión clara en mente
Los líderes ágiles no cambian de opinión constantemente. En su lugar, ayudan a los miembros de su equipo a comprender cómo contribuye su trabajo a los objetivos generales de la organización mediante la elaboración de un plan y cumpliéndolo, lo que permite a los empleados saber lo que tienen en sus platos cuando entran en la oficina todos los días.
Organizaciones tradicionales frente a organizaciones ágiles
Si te preguntas cómo encontrar tu estilo de liderazgo, puedes comparar las organizaciones tradicionales con las ágiles. Las organizaciones tradicionales funcionan desde un estilo de mando y control descendente. Estos estilos de liderazgo suelen ser menos eficaces en entornos empresariales que cambian rápidamente. Dado que estas empresas tardan en responder al cambio y no pueden adaptarse a las necesidades empresariales, a menudo sobrecargan a sus empleados y, incluso entonces, no pueden cumplir con los plazos.
Por otro lado, las organizaciones ágiles confían menos en una estructura rígida y más en optimizar sus procesos internos para ayudar a que el trabajo se complete más rápido sin esperar a otros. Cuando se produce un cambio en el lugar de trabajo, los equipos ágiles pueden adaptarse rápidamente.
Ventajas de la mentalidad ágil