Cómo contar una buena historia de datos
Durante toda tu vida, te habrán contado un buen puñado de historias. Aunque algunas de ellas son inolvidables, otras parecen infinitas, y no en el mejor sentido de la palabra. Esto se debe a que no todas las historias son iguales.
Aunque es esencial que una historia contenga información relevante e interesante, está lejos de ser el único factor que determina si es «buena» o «mala». Otros aspectos de las buenas historias son tener un comienzo, un desarrollo y un desenlace (es decir, no ser meramente anecdóticas): tienen sentido, están cuidadosamente estructuradas y tienen un buen final.
Una buena narración de datos es similar. ¿Te preguntas cómo contar una historia con datos? Estos son algunos pasos que puedes seguir:
1. Encuentra las historias dentro de tus análisis de datos
Dos de las citas más famosas de Miguel Ángel son: «Vi el ángel en el mármol y tallé hasta que lo puse en libertad» y «Cada bloque de piedra tiene una estatua en su interior y es la tarea del escultor descubrirla».
Aunque Miguel Ángel hablaba de su proceso artístico, también podría haber estado hablando de descubrir conocimientos esenciales para las historias de datos. Con las métricas y los análisis correctos, las historias que vale la pena contar ya existen dentro de tus datos. Es tu trabajo encontrarlas.
Las siguientes preguntas pueden ayudarte a descubrir una narrativa dentro de tus datos:
¿Quién es tu público objetivo?
- ¿Cuáles son sus deseos y necesidades?
- ¿Qué información están buscando?
- ¿Qué puntos de datos contestan a estas preguntas?
¿Cuáles son tus objetivos?
- ¿Qué información deseas transmitir a tu público objetivo?
- ¿Qué acciones/resultados esperas impulsar?
- ¿Qué puntos de datos están relacionados con estos objetivos?
¿Qué te dicen los datos?
- ¿Qué correlación interesante o enlaces ocasionales han emergido?
- ¿Qué significan estas conexiones para tu público objetivo y tus objetivos organizativos?
A veces, a partir de los datos surgirá una historia atractiva debido a su potencial obvio. En otros casos, debes profundizar más en las relaciones, patrones y temas significativos.
2. Crea y estructura tu narrativa
La forma en la que estructuras la narrativa es fundamental para que tus datos sean significativos. Después de haber pulido la historia que deseas contar y los conjuntos de datos que usarás para contarla, es hora de trabajar en tu narrativa.
Las líneas narrativas tradicionales contienen exposición, acción ascendente, clímax, acción descendente y resolución. Las historias de datos atractivos también tienen «narrativas» diseñadas para ayudar a que el público disfrute de un recorrido satisfactorio. Los elementos típicos incluyen una introducción con un gancho, fondo y contexto, un conflicto o problema y su resolución.
En otras palabras, no basta con proporcionar datos útiles. También debes organizar estratégicamente esos datos de una manera que mantengas al público interesado y la historia en marcha hasta una conclusión práctica.
3. Aprovecha los elementos visuales
Antes hemos abordado la diferencia entre la narración de datos y la visualización de datos. Cuando se integran en la narración de datos, elementos visuales como gráficos de líneas, gráficos de barras, tablas, mapas, infografías y animaciones pueden amplificar el impacto de tu mensaje.