Calendarios editoriales y planificación
Las pautas editoriales te ayudarán a mantener el rumbo, pero el calendario editorial te ayudará a averiguar cómo y cuándo vas a terminar toda esa parte escrita.
La forma de planear tu calendario editorial depende del tiempo y los recursos de que dispongas para dedicarte a escribir, así como del tipo de publicaciones que pienses crear. Aquí tienes un sencillo enfoque de 5 pasos que puedes probar:
1. Determina cuánto tiempo te llevará escribir cada publicación
Toma tu lista de publicaciones de blog y piensa en cuánto tiempo te llevará a ti o a tus redactores crear cada una. Recuerda: los análisis en profundidad (más de 5000 palabras) suelen tardar mucho más que las publicaciones breves (~1000 palabras), así que asegúrate de presupuestar tu tiempo en consecuencia.
Sino tienes experiencia en blogging, podrías sobreestimar (o subestimar) cuánto tiempo necesitarás para una publicación determinada, y eso está bien. A medida que te acostumbres al blogging, descubrirás que puedes predecir con mayor precisión cuánto tiempo te puede llevar escribir una publicación en particular.
2. Determina el orden en el que se escribirán tus publicaciones
Piensa en lo que tiene sentido para ti y tu negocio. ¿Qué publicaciones son las más importantes para ti? ¿Hay algún orden lógico que tenga sentido seguir? ¿Algunas publicaciones requerirán trabajo o investigación adicional?
Cerciórate de considerar también las fechas reales del calendario. Si planeas escribir algo que debe publicarse durante una época específica del año, como el final del año fiscal, el comienzo del verano o la temporada de vacaciones, por ejemplo, es probable que afecte el orden en que se escriben las publicaciones.
3. Considera tus limitaciones de tiempo
Lo más probable es que tengas muchas cosas entre manos. Cerciórate de considerar tus responsabilidades habituales (junto con cualquier otro factor que pueda aumentar tu carga de trabajo, como las próximas vacaciones) mientras planeas el tiempo para trabajar en tu blog.
Por encima de todo, sé honesto contigo y no te des más trabajo del que puedes manejar. ¿De verdad es probable que puedas dedicar un cierto número de horas a escribir una publicación para llegar a la fecha de publicación deseada? Si no estás seguro de poder hacerlo, es posible que tengas que replantearte el orden en el que escribes estas publicaciones.
4. Programa tiempo para revisar tu progreso
Agregar tiempo a tu calendario para revisar el trabajo que has hecho es una excelente manera de monitorear tu progreso y determinar si necesitas ajustar tu horario. A algunas personas les gusta revisar el progreso mensualmente, mientras que otras prefieren hacerlo cada tres meses, pero siéntete libre de elegir la frecuencia que tenga sentido para ti.
5. Escribe una y otra vez
Una vez que hayas planeado tu calendario, es hora de comenzar a escribir tus publicaciones de blog. Estos son algunos consejos para ayudarte a empezar.
- Averigua qué hora del día funciona mejor para ti. Algunas personas hacen su mejor trabajo a primera hora de la mañana con una taza de café caliente en la mano. Otras encuentran que las palabras fluyen más libremente al final del día, una vez que han tenido la oportunidad de relajarse un poco. Cada persona es diferente, así que prueba diferentes momentos para descubrir qué funciona mejor para ti.
- Considera tu entorno. ¿Necesitas paz y tranquilidad para escribir? ¿O preferirías trabajar donde hay un poco de ruido de fondo, como en una cafetería o en un parque local? Busca una ubicación que no solo te permita concentrarte, sino que también te inspire a ser creativo.
- Deshazte de las distracciones. Las distracciones pueden afectar tu productividad, especialmente cuando intentas escribir. Responder una pregunta rápida de un colega de trabajo o un correo electrónico puede llevar solo un par de minutos en tiempo real, pero puede perjudicar tu concentración y hacerte perder un tiempo valioso tratando de volver al estado mental adecuado. Cuando estés listo para escribir, considera poner tu teléfono en modo avión, cerrar cualquier ventana de chat y desactivar tu correo electrónico para que toda tu atención esté en la tarea en cuestión.