¿Cómo funcionan los webhooks?
La forma más fácil de entender los webhooks es analizar la mecánica de su funcionamiento.
Con el webhook, hay un desencadenador programado. Ese desencadenador puede ser un nuevo usuario que haga clic en un botón. Puede ser algún momento del día. Puede ser introducir una URL y pulsar “intro”. Podría ser casi cualquier cosa.
Cuando se produce ese evento y el webhook lo ve, iniciará y llevará a cabo su programación, realizando cualquier número de tareas asignadas de acuerdo con el evento específico.
Ten en cuenta que estas tareas giran en torno a la comunicación. Por tanto, los webhooks son excelentes para descargar o cargar actualizaciones de datos en, o desde, un sistema externo cuando se cumpla algún desencadenador.
A modo de ejemplo, un webhook podría estar diseñado para cargar el tiempo atmosférico. La aplicación se encarga de mostrar el tiempo atmosférico y responder a las cosas que haces.
Sin embargo, al abrir la aplicación, debes descargar los datos push más recientes de un servicio web para asegurarte de que los datos estén actualizados.
En este ejemplo, el desencadenador es la apertura de la aplicación. Después del evento específico, los webhooks comienzan a transmitir solicitudes de datos para conectar tu aplicación a su servidor web y, a continuación, descargan todos y cada uno de los datos necesarios para actualizar lo que ves en las aplicaciones externas.
De este modo, obtiene informes del tiempo atmosférico en tiempo real, aunque tu teléfono (u otro dispositivo) no tenga los termómetros y anemómetros incorporados.
Ventajas del uso de webhooks
La clave del uso de webhooks es que no se les da muchas vueltas a los datos en tiempo real. En realidad, la dirección fluye en un sentido. Y eso puede simplificar las tareas que no dependen de las respuestas basadas en datos.
Esto hace que los webhooks sean más rápidos y efectivos en términos de comunicación y eficacia de los datos. Utilizan menos energía y no consumen tantos datos como los dispositivos medidos.
Esa simplicidad puede ayudar a que la aplicación completa se ejecute más rápido y consuma menos recursos. También puede hacer que la programación del webhook sea mucho más fácil. En esencia, menos es más. Cuando no necesites nada más de lo que puede hacer el webhook, es probable que esté agilizando tus procesos.
¿Qué es una interfaz de programación de aplicaciones (API)?
API son las siglas inglesas de interfaz de programación de aplicaciones, una herramienta diseñada para llevar a cabo acciones. Si bien los webhooks se construyen en torno a desencadenadores y flujos de datos unidireccionales, las API se basan en la comunicación bidireccional.
El objetivo de una API es mantener la comunicación bidireccional de maneras robustas. Por tanto, las acciones que se crean en torno a las API pueden depender de bits específicos de nuevos datos recibidos de una fuente.
Las API pueden gestionar grandes volúmenes de datos, una comunicación más compleja entre dispositivos y funciones más complicadas. Todo eso proviene del diseño de comunicación que es tan fundamental para las API y su funcionamiento.
¿Cómo funcionan las API?
Las API son como una capa de software entre la aplicación y el servidor web. Alguien utiliza la aplicación y hace algo que solicita datos del servidor. Eso desencadena la API y maneja la comunicación según sea necesario para lo que estés haciendo.
Digamos que estás jugando al hundir la flota con otra persona a través de una aplicación móvil. Cuando realices un movimiento, la aplicación tendrá que decírselo al otro jugador. La API se activa para que puedas enviar y recibir nuevos datos desde el servidor, lo que os permite a ti y al otro jugador estar al tanto de los cambios en el juego.
Webhooks frente a API
Una vez vistos los conceptos básicos, ¿cuáles son las principales similitudes y diferencias entre las API y los webhooks? Ya sabes que difieren en la dirección de la comunicación, pero esa sencilla diferencia conduce a mucho más.
Similitudes
Tanto las API como los webhooks están diseñados para enviar datos entre una aplicación y un servidor. En cualquier caso, algo pone en marcha la herramienta de comunicación y envía los datos según sea necesario para cualquier función dada.
Puede tratarse de cargar y/o descargar datos. Por tanto, cualquier aplicación puede obtener los datos necesarios de un sitio web, por ejemplo. La forma de comunicarse también es muy similar. Utilizan los mismos protocolos para establecer conexiones y enviar datos.
De hecho, las similitudes son tan fuertes que hay muchas situaciones en las que habría que deliberar cuál es la herramienta adecuada para las comunicaciones habilitadas para la web. No siempre está claro.