Hay varios tipos de sesgos en las estadísticas, y evitarlos y entenderlos puede ayudarte a interpretar mejor los datos. Estos son algunos de los diferentes tipos de sesgos estadísticos que podrías encontrar.
Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación es un error que implica permitir que una noción preconcebida afecte a la forma en que priorizas o interpretas la información. Un ejemplo de sesgo de confirmación sería si creyeras firmemente que la mayoría de la gente prefiere el helado de vainilla al de chocolate y, como resultado, dieras más peso a los datos que apoyaran esa conclusión.
Sesgo de selección
El sesgo de selección es un error que se deriva de usar muestras de población que no representen con precisión a todo el grupo objetivo. Por ejemplo, los datos tomados de un barrio no representarían con precisión una ciudad grande. Hay muchas razones por las que surge un sesgo de selección —algunas intencionales, otras no— incluidas la participación voluntaria, factores limitantes de la participación o tamaño de muestra insuficiente.
Sesgo del caso atípico
Los valores atípicos pueden sesgar significativamente los datos. Por ejemplo, al analizar los ingresos en los Estados Unidos, hay unas pocas personas sumamente ricas cuyos ingresos pueden torcer cualquier cálculo de los promedios. Por este motivo, un valor de mediana suele ser una representación más precisa de la población más grande.
Sesgo del observador
El sesgo del observador es un tipo de sesgo estadístico que deriva de la subjetividad del observador. Ninguna persona puede ser completamente totalmente imparcial, por lo que el sesgo del observador siempre va a ser un problema. Lo mejor que puedes hacer es aprender a reconocerlo.
Un ejemplo de esto fue una prueba con ratas realizada en la década de 1960, en la que dos grupos de estudiantes hicieron pruebas a ratas, que estaban clasificadas como “brillantes” y “sosas”. Los estudiantes que tenían las ratas “sosas” las trataron mal y redujeron sus posibilidades de completar el laberinto, lo que finalmente afectó a los resultados del estudio.
Sesgo de financiación
El sesgo de financiación hace referencia a la probabilidad de que un estudio favorezca a la persona que lo financió. Estos estudios tienden a proporcionar datos inexactos, que pueden dificultar su aplicación a tu negocio.
El sesgo de financiación es especialmente popular en las comparaciones de productos. Si Bounty paga una comparación de papel de cocina, es mucho más probable que esa comparación favorezca a Bounty que a otra marca.
Sesgo de variable omitida
Con el sesgo de variable omitida, la falta de una variable afecta a la legitimidad de la estadística. Por ejemplo, un estudio sobre coches que no incluya el año o el kilometraje puede proporcionar resultados inexactos.
El sesgo de variable omitida es uno de los tipos de sesgo más habituales en las estadísticas. Al mirar datos, asegúrate de que tengan en cuenta todas las variables relevantes.
Sesgo del superviviente
El sesgo del superviviente se da cuando solo se tienen en cuenta los puntos de datos de supervivientes. Al no tener en cuenta cada fuente potencial de datos, podrías obtener una representación defectuosa.
Un ejemplo clásico de sesgo del superviviente es la Segunda Guerra Mundial, cuando se estudió a los aviones supervivientes para que se pudieran reforzar donde más disparos habían recibido. En realidad, habría sido mejor mirar los aviones derribados y reforzar futuros modelos en los puntos a los que se disparó a esos aviones, derribándolos.