Los correos electrónicos rebotan. Es parte de la vida del marketing. Preparas la lista, pulsas Enviar, y un puñado vuelve religiosamente. Quizás la bandeja de entrada estaba llena. O quizás la dirección de correo electrónico era falsa. Cualquiera que sea la razón, tu correo electrónico no llegó a su destino previsto.
Pero aquí está la parte que confunde a la gente: no todos los rebotes son iguales. Algunos son temporales, dándote otra oportunidad de conectarte. ¿Otros? No tanto. No importa cuántas veces reenvíes; esos correos electrónicos no llegarán a los destinatarios previstos.
Esa tampoco es la peor parte. El rebote de muchos correos electrónicos puede perjudicar tu reputación como remitente. Por eso es importante conocer la diferencia entre los rebotes duros y los rebotes suaves. Analicemos más de cerca qué significa cada uno.
Definición de rebotes de correo electrónico
Los rebotes de correo electrónico ocurren cuando tu mensaje no se puede entregar. Es como recibir una carta por correo marcada con el mensaje Devolver al remitente. Algo bloqueó la entrega. La naturaleza de ese “algo” te indica los tipos de rebote con los que estás lidiando.
¿Qué es un rebote duro?
Un rebote duro es un fallo permanente en la entrega. Tu correo electrónico nunca llegará a esa dirección, no importa cuántas veces lo intentes.
Las causas más frecuentes son:
- Dirección de correo electrónico inválida: la dirección tiene un error tipográfico o no es real.
- Dominio inexistente: el dominio (después de la @) no existe.
- Error de autenticación del correo electrónico: tu correo electrónico no pasó las comprobaciones de seguridad.
- Dirección de correo electrónico bloqueada: el servidor del destinatario bloqueó tu dominio o dirección de correo electrónico.
La repetición constante de rebotes duros puede dañar seriamente tu reputación como remitente y afectar las tasas de entregabilidad de tu campaña por correo electrónico. Debes eliminar inmediatamente estos contactos de tu lista para proteger tu calificación como remitente.
¿Qué es un rebote suave?
Un rebote suave significa que estás lidiando con un problema de entrega temporal. No significa que la dirección esté mal, solo que podría ser necesario volver a intentarlo después.
Las causas más frecuentes son:
- La bandeja de entrada del destinatario está llena: el destinatario no tiene espacio de almacenamiento disponible.
- El mensaje de correo electrónico es demasiado grande: tu mensaje o los archivos adjuntos son demasiado grandes.
- Problemas temporales del servidor de correo: el servidor de correo del destinatario está caído u ocupado.
- Bloqueo del filtro de spam: tu correo electrónico se marcó, pero es posible que se lea después.
Los rebotes suaves de correo electrónico no significan que tengas que eliminar la dirección de inmediato. Es probable que tu plataforma de correo electrónico vuelva a intentar enviar el mensaje en los próximos días. Si sigue sin funcionar después de varios intentos, es posible que se marque como un rebote duro más adelante.
Lo que dicen los tipos de rebote sobre tu lista de correo electrónico
Piensa en las tasas de rebote como el informe del estado de tu lista de correo electrónico. ¿Recibes muchos rebotes duros? Esa es una señal de alerta. Suele significar que tienes que hacer limpieza. Tal vez compraste una lista de correo electrónico, no verificaste las direcciones al registrarte o tu lista se volvió obsoleta con el tiempo.
Los rebotes suaves son menos preocupantes. Es común que la bandeja de entrada de cualquiera se llene o que el servidor de correo electrónico de un destinatario se tome un descanso. Pero si ves que las mismas direcciones rebotan una y otra vez, eso también te está diciendo algo. Podría ser que el usuario haya abandonado la cuenta, o que a sus filtros simplemente no les guste lo que estás enviando.
Por qué no puedes ignorar las altas tasas de rebote de correos electrónicos
¿Por qué importan tanto las tasas de rebote? Es sencillo. Pueden crear o arruinar tus esfuerzos de email marketing. Este es el problema: cada vez que tus correos electrónicos rebotan, los grandes proveedores de correo electrónico, como Gmail o Yahoo, hacen una pequeña nota sobre ti. Demasiadas notas, y empiezan a filtrar tus mensajes de manera diferente.
Si eso sucede, todos tus correos electrónicos de marketing cuidadosamente elaborados podrían ser redirigidos repentinamente a las carpetas de Spam o, peor aún, bloqueados por completo. Esto sucede porque las altas tasas de rebote indican a los proveedores de buzones de correo que no estás manteniendo una lista limpia de correo electrónico, lo cual es algo que toman muy en serio.
La peor parte es que esto crea un desagradable espiral descendente. A medida que se filtran más correos electrónicos, menos suscriptores ven tu contenido. Una menor visibilidad conduce a una menor interacción, lo que daña aún más tu reputación como remitente. Es un círculo vicioso que puede descarrilar toda tu estrategia de correo electrónico.
Además, la mayoría de las plataformas de email marketing tienen sus propios umbrales de tasa de rebote. Si pasas esos límites, podrías quedar sujeto a restricciones de envío o incluso a la suspensión de la cuenta. En esas instancias, ya no tendrás que lidiar con problemas de entrega. Ya no podrás llegar a tu público definitivamente.
Qué hacer con cada mensaje que rebota
Entonces, ahora que sabes por qué las tasas de rebote son importantes, ¿qué puedes hacer al respecto? La buena noticia es que no todos los rebotes de correo indican que debes entrar en pánico. Los problemas de rebote suave a menudo desaparecen solos, y tu plataforma hace algunos intentos de reenvío en segundo plano.
Los mensajes de error de rebote duro son una historia diferente. Dado que son fallas de entrega permanentes, esas direcciones con rebote duro deben eliminarse de tu lista de inmediato.
También es posible que tengas que intervenir si persiste el rebote suave con la misma dirección del destinatario. Luego de algunos intentos fallidos, es poco probable que el mensaje llegue. En ese caso, considera pausar o eliminar la dirección para mantener tu lista en buen estado y tus correos electrónicos lleguen donde deberían.
Prácticas recomendadas para mejorar la entregabilidad del correo electrónico
¿Quieres seguir contando con el favor de los proveedores de servicios de correo electrónico? A continuación, se presentan algunas prácticas probadas que ayudarán a que tus mensajes lleguen a su destino.
Activa la suscripción doble
La suscripción doble garantiza que solo recopiles direcciones de correo electrónico reales de personas que genuinamente desean tu contenido. ¿Cómo funciona? Cuando alguien se suscribe, recibirá un correo electrónico de confirmación en el que deberá hacer clic antes de agregarse a tu lista. Sí, agrega fricción al proceso de suscripción, pero la calidad de tu lista compensará con creces cualquier caída en el número de suscriptores.
Segmenta tu lista de correo electrónico
No todos los suscriptores están interesados en el mismo contenido. Al dividir tu lista utilizando varias bases de segmentación (como datos demográficos o de comportamiento), puedes entregar contenido más relevante a cada grupo. Más relevancia significa una mejor interacción con el correo electrónico, y una mejor interacción ayuda a mejorar la entregabilidad.
Autenticar tus correos electrónicos
Autenticar tus correos electrónicos es esencialmente demostrar que eres quien dices ser. Para ello, deberás configurar protocolos de autenticación de correo electrónico, como DomainKeys Identified Mail (DKIM). Si bien esto puede sonar intimidante, la mayoría de las plataformas de correo electrónico proporcionan instrucciones paso a paso. Una vez configurados, los protocolos indicarán a los proveedores de correo electrónico que eres un remitente legítimo y no un impostor que intenta suplantar tu dominio.
Evita los filtros de spam
Si tus correos electrónicos parecen incluso un poco sospechosos, los filtros en el servidor de correo electrónico del destinatario pueden bloquearlos antes de que lleguen al buzón del destinatario.
Para prevenir estos filtros de spam, evita:
- Escribir con letras mayúsculas
- Usar líneas de asunto tipo clickbait
- Usar demasiados signos de exclamación
- Incluir demasiados enlaces o archivos adjuntos grandes
- Usar lenguaje engañoso o “demasiado bueno para ser verdad”
- Sobrecargar tu correo electrónico con imágenes y poco o ningún texto
- Formato deficiente o código desordenado detrás de tu mensaje
Tus destinatarios de correo electrónico también pueden marcar tus mensajes como spam con un solo clic. Para evitar que esto suceda, siempre entrega contenido al que se suscribieron y que encuentren valioso. Además, asegúrate de agregar un enlace fácil para darse de baja. Es mejor que tus suscriptores se vayan en silencio que marquen tus correos electrónicos como spam.
Conclusiones clave
- Conoce tus rebotes: los rebotes duros indican fallas permanentes, mientras que los rebotes suaves señalan fallas temporales que pueden resolverse solas.
- Elimina rápidamente los rebotes duros: cuando detectes rebotes duros de correo, elimina el contacto de tu lista para mantener una buena reputación como remitente.
- Vigila los rebotes suaves repetidos: si la dirección de correo electrónico del mismo destinatario sigue con rebote suave, es hora de eliminarla de tu lista antes de que empiece a perjudicar la entregabilidad.
- Monitorea el estado de tu lista de correo electrónico: una tasa de rebote alta generalmente significa que tu lista necesita limpieza, mejores prácticas de suscripción o ambas.
- Utiliza las prácticas recomendadas de entregabilidad: las prácticas recomendadas como la suscripción doble, la segmentación de la lista y la autenticación de correo electrónico pueden ayudar a mantener bajas las tasas de rebote.