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15 formas de ganar en la redacción de correos electrónicos

No hay lugar en Internet más íntimo que nuestras bandejas de entrada. Al charlar con Joanna Wiebe, cofundadora de Copy Hackers, esta verdad salió a la luz una y otra vez.

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No hay lugar en Internet más íntimo que nuestras bandejas de entrada. Al charlar con Joanna Wiebe, cofundadora de Copy Hackers, esta verdad salió a la luz una y otra vez.

"El correo electrónico es una forma muy personal de comunicarse", dice Wiebe. "Tienes que respetar eso y considerar a quién estás escribiendo y por qué le estás escribiendo en primer lugar. Estás construyendo una relación. Tienes que construir tu reputación y nunca romper su confianza".

Wiebe ha pasado casi una década fomentando las relaciones con los lectores. Aquí, comparte 15 lecciones que aprendió por las malas, que hoy puedes poner en práctica tú mismo.

Al escribir con una voz propia

Ten a alguien en mente.

Si estás intentando complacer a una multitud, es muy probable que tu escritura resulte bastante insulsa. Por eso, Wiebe sugiere hacer lo contrario. "Pienso en una persona específica a la que escribir y luego le escribo. Recuerda siempre que el correo electrónico debe ser individual".

Piensa en alguien que conozcas que encaje con tu idea de cliente potencial ideal y luego empieza a escribir.

Comienza de forma sencilla…

Un error que suelen cometer los redactores sin experiencia es priorizar la actitud sobre la chicha. Al intentar escribir un mensaje "divertido", se olvidan del mensaje real. "Empieza escribiendo algo inexpresivo y sin sentimiento", dice Wiebe. "Comienza con claridad y, a continuación, dale vida". Piensa en ello como en construir una casa: una estructura sólida soportará un exterior llamativo, pero una endeble terminará colapsando.

Luego añade un poco de estilo.

Wiebe es fan de Clinton Kelly y Stacy London, expresentadores de "No te lo pongas", de TLC. Este dúo defendió un principio que llamaban "CPTB": color, patrón, textura, brillo. Según Wiebe, este principio también se puede aplicar a la redacción.

"La idea de ese programa es que los conjuntos tengan un par de estos elementos, ¿verdad? Así que aplica esa máxima a tu redacción. Puedes darle un toque de color visual o añadir un patrón a través de la longitud de las frases y los párrafos, o añadir un poco de brillo a través de interesantes opciones de lenguaje". En otras palabras, juega con cada elemento de tu texto para ver dónde puede cobrar vida.

Hazlo divertido, pero no cursi.

Es importante que el contenido tenga personalidad. Pero hay una línea muy fina entre ser divertido y que esté todo ya muy manido. Para evitar cruzar esa línea, confía en tu instinto. "Si crees que resulta demasiado pesado, así es", dice Wiebe. "No lo fuerces. No hay nada peor que cuando la gente suelta sin venir a cuento una palabra como "bro" para resultar simpático".

Lee. Mucho.

Las personas que se dedican a escribir tienen que leer para mejorar su oficio y eso se aplica tanto a los redactores de correo electrónico como a Jonathan Franzen.

"Mientras intentas encontrar tu voz, ayuda leer mucho y prestar atención a las voces de los autores a los que estás respondiendo", dice Wiebe. Considera leer como parte de tu trabajo.

Al hacerte notar

Engancha a tus lectores con la combinación perfecta.

Wiebe cree firmemente en hacer que cada correo electrónico resulte pertinente para sus destinatarios. "Si conoces el problema que tienen tus lectores y puedes relacionarlo con tu mensaje, es imposible que los pierdas", dice Wiebe. Piensa en el problema que estás resolviendo y cómo lo experimentan tus lectores en su vida diaria. Cuando escribas un correo electrónico que conecte con el dolor y la perspectiva de tu lector, se sentirá comprendido y querrá saber más.

Logra el PAS interior.

Es una hoja de ruta sencilla para escribir correos electrónicos, pero llama la atención. "PAS significa ‘Problema, Agitación, Solución’ y es mi formato favorito para escribir correos electrónicos", dice Wiebe. "Si tu público es consciente de los problemas, esta plantilla los hará actuar". Para obtener más información sobre esta perla, te enviaremos a la propia fuente para que disfrutes de una lectura que vale la pena.

¿Cuál es el "porqué" de tu línea de asunto?

Es hora de ponerse filosófico: ¿tiene tu línea de asunto un propósito o significado? ¿O solo está como… ahí?

Wiebe tiene una sugerencia: "El objetivo de la línea de asunto es hacerse notar. El nombre de tu marca puede dar credibilidad, pero la línea de asunto es lo que debería ganarse la apertura". No escribas descripciones aprisa y corriendo y ya está. Haz que lo que escribas resulte importante.

Estudia al público. Luego haz lo contrario.

Piensa en el contexto en el que el lector experimentará tu correo electrónico. Los destinatarios verán, o ignorarán, tu correo en medio de un montón de otros correos electrónicos que compiten por su atención.

¿Cómo puedes hacer que te elijan? "Mira la pestaña de promociones de tu bandeja de entrada ahora mismo", dice Wiebe. "La mayoría de esos correos electrónicos harán exactamente lo mismo. Las líneas de asunto tendrán la misma longitud, la misma estructura y el mismo tipo de tono". Si otras personas la escriben larga, escríbela corta. Si utilizan mayúscula inicial, tú utiliza mayúsculas en todo el título. Entiendes la idea.

Intenta escribir al revés.

Las primeras frases son difíciles, pero no tienes que empezar por ellas. "Cuando escribo, empiezo con la llamada a la acción y luego trabajo desde ahí hacia atrás", dice Wiebe. De esa manera, si te quedas atascado o sin ideas, escribir desde una nueva dirección puede ayudarte a recuperar el "flow".

En honor a tu lector

Respeta la bandeja de entrada.

Recibir una invitación a la bandeja de entrada de alguien no es un cheque en blanco para actuar como un idiota. Puede sonar obvio, pero piensa en cuántos correos electrónicos has dado de baja porque te resultaban irritantes. "No abuses de tu posición en su bandeja de entrada", dice Wiebe. Es como que te inviten a casa de alguien: si quieres que te vuelvan a invitar, sé educado.

No utilices la estrategia de señuelo y cambio.

Conseguir que tus lectores actúen es muy importante. No lo estropees no entregando los productos que prometes. "Los mayores problemas que observo son con las llamadas a la acción", dice Wiebe. "Si un correo electrónico o una página de destino no cumple con la promesa de la [llamada a la acción], el lector se sentirá engañado". Eso también significa actualizar tu página de destino para que coincida con tu campaña de correo electrónico. Enlazar a contenido viejo y polvoriento de hace años simplemente no basta.

Ofrece algo satisfactorio.

La intriga puede ser una gran estrategia para atraer a los lectores. Pero demasiada intriga frustra a tu público. "Las líneas de asunto tipo ciberanzuelo funcionan, pero tienes que cerrar el bucle en el correo electrónico", dice Wiebe. "La línea de asunto crea curiosidad. El correo electrónico debe satisfacer esta curiosidad". Muestra a tus lectores que cumples lo que prometes y los harás más propensos a actuar.

"La línea de asunto crea curiosidad. El correo electrónico debe satisfacer esta curiosidad."

Escribe para tu cliente potencial ideal. Siempre.

Inevitablemente, algunas personas que se suscriben a tu lista no serán una buena opción para tu marca o producto. Si esas personas se marchan, no te preocupes. Tu principal preocupación deben ser las personas que encajan perfectamente con lo que ofreces. "Si en algún momento tu cliente potencial ideal se marcha, es que has fracasado", dice Wiebe. Por lo tanto, si tus cifras caen, no te desvíes de la estrategia en un esfuerzo por recuperarlos. Conserva el mensaje y tu cliente potencial ideal se quedará contigo.

Sé extremadamente humano.

La mejor manera de mostrar a tus lectores que los respetas como seres humanos es escribir como tal. "El mayor error que veo es cuando un negocio adopta un tono serio y distante en sus correos electrónicos", dice Wiebe. "No hace falta sonar como una gran corporación. Sé una persona hablando con una persona". Puede resultar aterrador mostrarse un poco vulnerable a la hora de escribir, pero así es como comienza cada gran relación.

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