Si quieres entender a tus clientes, es hora de conocer los datos psicográficos.
Los profesionales del marketing suelen pensar en sus clientes en términos de grupos demográficos, segmentando sus mercados en función del sexo, la edad, el origen étnico, la geografía y otros aspectos comunes entre grandes grupos de consumidores. Una afirmación de marketing basada en datos demográficos puede ser "Nuestro cliente ideal es una mujer latina de entre 25 y 34 años."
En cambio, los datos psicográficos miden los intereses y actitudes de los clientes en lugar de datos demográficos objetivos. Pueden proporcionar una visión profunda del comportamiento de los consumidores que complemente la información disponible a partir de los datos demográficos. Con este tipo de información a su disposición, podrás crear campañas de marketing más eficaces que encantarán a tu público.
¿Qué son los datos psicográficos?
Los datos psicográficos describen el estilo de vida, las opiniones y los valores de los visitantes de un sitio web. La psicografía representa los datos que un psicólogo o un antropólogo pueden descubrir sobre alguien, mientras que la demografía ilustra los datos que un empadronador puede recoger sobre esa misma persona. Ambos tipos de datos se benefician de una orientación más inteligente y de la segmentación de la audiencia de maneras diferentes.
Puedes pensar en los datos psicográficos como la información que puedes recopilar sobre alguien antes de acudir a una cita a ciegas. Aunque la demografía puede ayudarte a encontrar personas de 25 años en Hartford, Connecticut, esa información tal vez no sea suficiente para ayudarte a decidir si quieres tener una cita. Para elegir pareja en una cita a ciegas, probablemente quieras contar con al menos algunas pistas sobre sus valores, intereses y aficiones. Del mismo modo, hay que entender la personalidad de un cliente para convencerle de que se enamore de tus productos y servicios.
Si aún no sabes qué son los datos psicográficos, aquí tienes algunos ejemplos:
- Perfiles de personalidad, incluidos los cambios de personalidad a lo largo del tiempo.
- Datos sobre el estilo de vida y relacionarlos con influencers e iconos del estilo de vida.
- Intereses captados en línea con cookies.
- Opiniones, actitudes y creencias recogidas en redes sociales, cuestionarios y juegos.
- Valores que reflejan la pertenencia a una organización, la vida laboral y las asociaciones familiares.