A la cultura pop le encantan los escritores en bancarrota. Cuando los vemos en la pantalla, es probable que coma cereales para la cena y duerma en un apartamento en sótano.
Cuando Joanna Wiebe, cofundadora de Copy Hackers, se dio cuenta de que quería escribir, no pensó que fuera una opción profesional viable.
"Pensé que escribir tenía que ser un pasatiempo, una faena en realidad, porque eso es lo que quería hacer", dice.
Pero hoy, es cualquier cosa menos una aficionada. Desde su oficina central en la isla de Vancouver en Columbia Británica, Wiebe supervisa Copy Hackers, uno de los recursos de redacción más respetados en la web.
Ensayos y pruebas
Desde su lanzamiento en 2011, Copy Hackers ha ofrecido consejos y talleres periódicos a escritores listos para mejorar su oficio, así como servicios de redacción a profesionales de marketing que buscan expertos en mensajería. Wiebe también ha surgido como líder del sector en los últimos años, pasando una buena parte de su vida laboral invitando a podcasts, hablando en conferencias y enviando amablemente entrevistas como esta.
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"Mucho ensayo y error", se ríe Wiebe. "No estaba segura de cómo ganarme la vida, pero escribir era lo único que se me daba bien en el colegio. En la universidad estudié inglés y escritura creativa y eso fue suficiente para conseguir mi primer trabajo en la agencia".
El primer trabajo de redacción de Wiebe no estaba muy bien pagado, pero brindaba una valiosa oportunidad: la oportunidad de fracasar. Mucho.
"Perdí años simplemente tropezando", dice Wiebe. "Cuando empecé, era muy difícil saber qué funcionaba: las pruebas A/B no eran nada. No tenía a nadie en la vida real para ayudarme a orientarme. Con el tiempo, encontré algunos blogs y libros en los que me basé para obtener orientación, y esos me ayudaron a convertirme en redactora".