Ejemplo de cadena de valor
Para este ejemplo, vamos a utilizar la hipotética empresa Mary Lou's Homebaked. Esta empresa es una panadería que elabora una gran variedad de productos al horno, como galletas, bagels, pasteles y mucho más. Todas las materias primas, como harina, azúcar, aromas, etc., que utiliza esta empresa proceden de proveedores.
A través de su proceso de fabricación, que incluye las áreas mencionadas anteriormente con una cadena de valor, la panadería crea productos de panadería que son sabrosos y aportan valor, uno que vale más que las materias primas que utiliza en el proceso. También vale más que su esfuerzo.
A continuación, Mary Lou's expone los productos para que la gente los compre cada día, al tiempo que ofrece a los clientes la posibilidad de hacer pedidos personalizados. A continuación, los vende a un precio que le permita obtener beneficios, dejando margen para un valor de compra superior al de sus materiales y esfuerzo, pero no lo bastante alto como para que los clientes lo rechacen.
Cuenta con una plantilla que le ayuda y un gerente que se ocupa de los recursos humanos, lo que les permite ofrecer una mayor cantidad de productos de panadería en menos tiempo. Mary Lou ha implementado equipos avanzados también por estas razones.
Esta panadería emite anuncios en televisión y tiene folletos, una página de Facebook y un sitio web donde los clientes pueden hacer pedidos.
Gestión de la cadena de valor
Cuando entiendes qué es una cadena de valor, es evidente que necesitas algún sistema de asignación para mantener organizados todos los aspectos de tu empresa.
Esto requiere un marco de cadena de valor.
En última instancia, se trata de un proceso escalable, y la forma de hacerlo depende del tamaño de tu empresa.
Lo ideal sería disponer de un mapa físico que tú hayas creado o de un marco de la cadena de valor en el que puedas introducir información fácilmente. Si no dispones de mucho personal, puedes realizar el proceso tú mismo.
Sin embargo, si tienes una plantilla numerosa, involucra a tus directivos y expertos en la materia. En este caso, más cabezas es mejor que una.
Consejos para asignar la cadena de valor
A medida que vayas completando el proceso, hazte continuamente preguntas sobre los distintos aspectos de tu empresa. Esto hace que te puedas tomar un momento para pensar críticamente en cada parte de tu empresa, cómo se relaciona con otros aspectos y qué cambios puedes hacer para mejorarla.
Algunos ejemplos de preguntas útiles son:
- ¿Qué es prescindible y no afectará negativamente a la producción de nuestra empresa si nos lo quitan?
- ¿Cómo podemos mejorar y hacer más eficaces nuestros procesos empresariales?
- ¿Hay algo que podamos añadir que no perjudique mucho a nuestro beneficio, pero nos dé una ventaja más competitiva?
- ¿Qué podemos hacer para racionalizar nuestros procesos y hacerlos más eficientes en el tiempo sin perjudicar al producto?
Mantén la mente abierta. La autocrítica no es fácil, incluso cuando está relacionada con tu negocio y no necesariamente contigo mismo. Sin embargo, es el momento de tener la mente abierta. Escucha a los demás. Señala los problemas y comprométete a mejorar.
Hay que ser consciente de que no existe una solución única. Lo que funciona para solucionar problemas en un aspecto de tu empresa tal vez no funcione en otro.